A mi izquierda: la esperanza de una llamada, una curva que deje entrever un punto de luz en este camino lleno de amargura.
A mi derecha: un cigarro, pañuelos sin esperanza, y un hoyo cavado por mí misma lleno de desesperación.
A mis espaldas: mucho esfuerzo sin recompensa. Tiempo perdido.
De frente: un camino que no toma ningún sendero, y los toma todos a la vez. Incertidumbre.
A mi alrededor, personas que recorren sus respectivos caminos y un mundo donde al parecer, casi todos encuentran su cometido. ¿Cuál será el mío?
32 años metidos en un frasco de sensaciones ambivalentes y luchas perdidas. Le pongo un tapón y me lo guardo en el bolsillo de mi abrigo.
3 comentarios:
Ja t'ho vaig dir ahir. Pell de gallina. Però el torno a llegir i em ve la mateixa sensació.
Gràcies Laia, espero que la sensació es vagi esvaïnt poc a poc i poguem trobar una sortida a tot plegat!
Petons!
No va mal a veces plasmar los sensaciones y pensamientos mas temerosos del ser humano, es legitimo , la inquietud es un proyectil de bùsqueda,
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